En el ámbito de la divulgación científica se nos han inculcado ideas que nunca han sido completamente verdaderas. Al igual que la Tierra parece que no es perfectamente redonda, el sol tampoco es de color amarillo.
El sol es la estrella madre del sistema solar, de tamaño mediano-pequeño, alrededor de la cual orbitan los ocho planetas principales (incluyendo la Tierra), 900 planetas enanos, sus satélites, innumerables otros cuerpos menores y el polvo disperso en el espacio, que forma el medio interplanetario. Esta es la definición que nos sugiere Wikipedia.
Situado en el Brazo de Orión, un brazo secundario de la galaxia espiral, el sol orbita alrededor del centro de la Vía Láctea a una distancia media de aproximadamente 26,000 años luz y completa su revolución en 225-250 millones de años.
Son muchas las curiosidades sobre la estrella amarilla que pocos conocen. Aquí enumeramos algunas significativas. En la ciudad de Utqiaġvik en Alaska, el sol se pone el 18 de noviembre y amanece el 23 de enero. Durante este período hay oscuridad total durante 67 días.
En nuestros dibujos de la infancia, cuando dibujábamos la casa de nuestros sueños, también dibujábamos un sol y lo coloreábamos de amarillo. En realidad, el sol es blanco.
En realidad, la respuesta más honesta a esta pregunta es: depende, de quien lo observe y cómo. Aquí en la Tierra, su coloración cambia según los momentos del día y las estaciones, porque su luz se filtra a través de la atmósfera. Para los astronautas en la Estación Espacial Internacional, en órbita alrededor de la Tierra, aparece siempre más o menos del mismo color y con una luminosidad menos difusa, precisamente debido a la ausencia de atmósfera.
En telescopios especiales, que ven parte de la luz que no vemos a simple vista, aparece aún diferente y, como muestran las imágenes de la NASA, dependiendo de los instrumentos podemos observar un Sol con colores falsos, como por ejemplo verde menta, muy diferente a nuestra experiencia común.
En realidad, el sol al ser una estrella de tipo O es más frío y se le considera una estrella de tipo G. Aunque la longitud de onda pico de la emisión solar corresponde al color verde-azul, el sol emite en todo el espectro de luz visible. Por lo tanto, el sol emite luz blanca debido a las contribuciones de las diferentes partes del espectro luminoso.