¿Sabías que no se deben desechar los restos de las plantas de jardín? ¡Puedes obtener enormes beneficios si los reutilizas, descubramos cómo hacerlo!
Reutilizar los restos de las plantas de jardín para fertilizar el suelo es la forma más natural y efectiva de devolverle todos los nutrientes necesarios para que las nuevas plantas crezcan exuberantes y saludables. Por lo general, se suelen quitar para desecharlos en la basura, pero con el método de la permacultura se obtienen mejores resultados y también se beneficia al medio ambiente. ¡Descubramos cómo convertir los restos de jardín en abono orgánico, raíces, ramas y hojas!
No tires los restos de las plantas de jardín
La mayoría de las personas, cuando las plantas han cumplido su ciclo y han producido frutos, tienen la costumbre de arrancar las plantas, es decir, de quitar las raíces, el tallo y las hojas, con el objetivo de liberar el suelo.
Es una rutina común para tener nuevamente el suelo libre para plantar nuevas plántulas, pero en lugar de desechar los restos o ponerlos en el compost, podemos reutilizarlos.
De hecho, podemos cortarlos en trozos pequeños y volverlos a colocar en el suelo, justo en el lugar donde se desarrollaron. Esta práctica es útil para permitir que la naturaleza siga su curso y no alterarla.
Como se sabe, cuando llega el otoño, las ramas y las hojas caen al suelo, donde con el tiempo se descomponen y se convierten en materia orgánica. De la misma manera, todas las plantas mueren cuando están al final de su ciclo de vida y se descomponen en el mismo lugar donde crecieron.
La permacultura como proceso vital
Este proceso es la base de la permacultura, que consiste en un enfoque integrado de diseño basado en principios y estrategias ecológicas para crear un entorno sostenible y equilibrado.
En la práctica, con este sistema, las plantas se descomponen y devuelven al suelo sus nutrientes, dando origen a un ciclo de vida interminable y perpetuo.
Los restos de las plantas se pueden colocar en el mismo lugar donde crecieron o en otro lugar del suelo donde planeas plantar otras plantas.
El resultado es permitir que los restos de jardín se conviertan en compost ya disponible en el propio suelo, que recuperará los nutrientes. Al utilizar este método, se evita el uso de fertilizantes químicos y se le da al suelo la oportunidad de mejorar su composición.
Cómo realizar el procedimiento
Para reutilizar al máximo los restos de jardín y convertirlos en un potente fertilizante orgánico para el crecimiento de otras plantas, se recomienda tener a mano un par de tijeras grandes para cortar los restos en trozos pequeños. De esta manera, se acelera su descomposición y se evita el riesgo de atraer caracoles, que podrían devastar las plantas.
No coloques una capa gruesa en el suelo, sino una capa delgada para acelerar la descomposición y convertir las raíces y las hojas en materia orgánica lo más rápido posible. Al permanecer en el suelo, los restos se pudrirán y llegarán a profundidad, agregando aún más materia orgánica.
Los beneficios obtenidos para el suelo también incluyen una mejor aireación y drenaje del suelo. Además, la retención de agua en el suelo también aumenta, gracias a la acción de la cobertura vegetal. De esta manera, el suelo se mantiene más fresco durante la temporada de verano y no hace que el agua se evapore de inmediato.
Los restos de jardín también se pueden colocar en el compost, pero el método más rápido y natural es colocarlos directamente en el suelo cortados en trozos pequeños. Sin embargo, debemos tener cuidado con los restos de plantas enfermas, estos deben desecharse en la basura para evitar la propagación de hongos.
Como hemos visto, en lugar de desechar los restos de jardín, utilicémoslos para nutrir el suelo y proporcionar a otras plantas un excelente aporte de sustancias orgánicas. Lo único que debemos verificar es si los restos están afectados por enfermedades y, en ese caso, es mejor deshacernos de ellos.