Puede parecer extraño, pero dejar un clavo en las plantas antes de irnos por mucho tiempo es un truco efectivo. Aquí está por qué.
Cuando nos preparamos para ir de vacaciones, uno de los problemas comunes que debemos enfrentar es cómo mantener nuestras plantas hidratadas en nuestra ausencia. Regar las plantas regularmente puede no ser posible si estamos lejos por un largo período de tiempo. Por eso muchos están adoptando un método inusual pero efectivo: dejar un clavo en las plantas como sistema de riego casero.
Deja un clavo en las plantas para regarlas
Para hacer este sistema, necesitarás un clavo largo de al menos 10 cm y un metro y medio de hilo natural que sea capaz de absorber agua, como hilo de lana, algodón o cáñamo. Además, consigue una botella, considerando que una botella más grande tendrá una mayor capacidad de liberación de agua y durar más tiempo.

Comencemos con el ensamblaje del sistema. Toma el clavo y el hilo, dejando un extremo del hilo de aproximadamente 10 cm sobre la cabeza del clavo. Luego envuelve todo el clavo con el hilo, dejando solo 1-2 cm de hilo libre en la punta. Una vez que hayas envuelto completamente el clavo, haz un nudo para asegurar el hilo. Ahora tendrás dos extremos: uno de 10 cm para dejar sobre la cabeza del clavo y el otro más largo.
Toma el extremo más largo del hilo y únele un contrapeso, como por ejemplo un clavo más largo o un tornillo. Amarra firmemente el contrapeso al hilo. En este punto, sumerge todo el sistema recién creado en agua durante algunos minutos. El hilo absorberá el agua y se volverá empapado y mojado.
Un sistema de riego casero
Después de unos minutos, saca el sistema del agua y toma la botella. Luego, llena la botella con agua e introduce el contrapeso con el hilo dentro de la botella. Asegúrate de que el clavo vaya al suelo dentro de la maceta donde se encuentra la planta. De esta manera, el agua será distribuida a las raíces de las plantas a través del principio de la capilaridad.
¿Cómo funciona? El principio de la capilaridad se basa en la propiedad del agua de subir por pequeños tubos, como por ejemplo los vasos sanguíneos de las plantas. A través de fuerzas de cohesión y adhesión, el agua se mueve contra la gravedad, garantizando el riego de las plantas a través del transporte capilar.

Con este sencillo sistema de riego casero, el agua se liberará gradualmente en las raíces de las plantas, manteniéndolas hidratadas a lo largo del tiempo. El hilo absorbente actúa como canal de transporte, transfiriendo el agua desde la botella al suelo circundante.
A medida que el suelo se seca, el agua será gradualmente transportada por las fibras del hilo, y caerá en el suelo gota a gota, proporcionando un riego constante y adecuado a las plantas.
Un clavo en las plantas salva las vacaciones
Este método de riego casero es económico, ecológico y puede ser un salvavidas para aquellos que desean viajar sin preocuparse por sus amadas plantas.
Sin embargo, es importante tener en cuenta las necesidades específicas de las plantas que se desean regar de esta manera. Algunas plantas, de hecho, pueden requerir más o menos agua, por lo que se recomienda hacer pruebas y monitorear cuidadosamente las plantas durante nuestro período de ausencia.
Entonces, si necesitas una solución práctica para el riego de las plantas durante tus vacaciones, ¿por qué no probar este método creativo y económico?