Noches infernales, es difícil dormir con las temperaturas ardientes de estos días, uno se da vuelta y se revuelve en la cama en busca de paz y alivio. Aquí les damos algunos consejos y remedios antiguos transmitidos por nuestras abuelas, contra el calor sofocante.
Desde principios de julio, Europe está atrapada en el agarre del calor extremo, desde el norte hasta el sur, con temperaturas récord que nunca se habían alcanzado, superando los 40 grados. Encontrar alivio es una tarea difícil sin acondicionadores de aire y ventiladores. El calor agobiante se siente especialmente durante la noche, haciendo que nuestro sueño sea tormentoso.
A pesar de estar muy cansados por el ritmo frenético del día, durante las horas nocturnas no logramos encontrar paz y por la mañana nos despertamos muy cansados. Uno se da vuelta y se revuelve tanto que muchos pasan toda la noche en vela.

Las molestias del sueño también afectan a los niños, que tienen dificultades para entregarse a los brazos de Morfeo. Los niños toleran menos el calor que los adultos y esta premisa es fundamental para comprender cómo esto puede afectar la facilidad para conciliar el sueño de cero a tres años, en particular: No es casualidad que en los países anglosajones a latitudes norte sea común dejar que los niños duerman al aire libre incluso con temperaturas que pueden parecernos frías.
Los remedios de la abuela para dormir mejor
Sin duda, los acondicionadores de aire nos han salvado la vida, al igual que los ventiladores, pero no debemos abusar de ellos. Elegir la temperatura ideal para evitar la diferencia térmica entre el interior y el exterior es la primera regla, es decir, nunca superar los cinco o seis grados entre dentro y fuera. Hay un antiguo remedio de la abuela que consiste en mojar los extremos de las cortinas para que se difunda una cierta frescura en la habitación.

Otra pregunta es: ¿es mejor dormir en pijama o desnudo? Los expertos desaconsejan dormir sin ropa. La cama debe tener sábanas de algodón. Se recomienda encarecidamente hacer una ducha antes de acostarse, tibia o caliente, porque contribuye menos a alterar el equilibrio de la temperatura. También es una buena costumbre beber un vaso de agua antes de dormir, para evitar despertares debido a la deshidratación. Además, hay una serie de remedios naturales recomendados.
La nuez moscada es un sedante natural y se puede tomar en polvo, en la cantidad de 1/8 o 1/4 de cucharadita mezclado con miel y un vaso de agua. La mezcla se puede disolver en la boca antes de acostarse. La canela y la banana, una decocción de banana con la adición de canela, son un potente relajante y favorecen el descanso nocturno. También el azafrán es un remedio natural que ayuda a dormir bien. La infusión de manzana es un excelente remedio natural para dormir mejor.