Es posible ahorrar en los gastos utilizando un truco infalible. Lo que vamos a hablar es el método de fecha: cómo funciona y cómo solicitarlo.
Nunca como en este momento histórico es fundamental saber que hay algunas medidas que pueden resultar en un ahorro considerable en los gastos. Muchas personas no están al tanto de esto y terminan gastando mucho más dinero.

En este artículo, revelamos todo lo que hay que saber sobre este tema que, obviamente, atrae la atención de muchos. Después de la llegada de la crisis energética, muchos hogares se han visto obligados a enfrentar un aumento exponencial en los precios de las materias primas energéticas, y también de los alimentos. Profundicemos en el tema.
Ahorra en tus compras, el método infalible que debes conocer
Pocas personas saben que se puede ahorrar en las compras sin poner en riesgo la calidad de lo que se compra. En este sentido, hay un truco realmente efectivo que ayuda a obtener resultados realmente importantes: consiste en comprar productos próximos a su fecha de caducidad.
Estos productos generalmente se venden hasta un 50% menos que el precio normal, tanto para embutidos como para quesos, pasteles, pasta y muchos otros alimentos.


La única desventaja de esta práctica es que los productos deben consumirse en poco tiempo, máximo 2-3 días. Sin embargo, esta limitación es menos estricta en el caso de los productos secos. Estos suelen tener una fecha de caducidad considerablemente más larga. Además de los consumidores, también se benefician de este truco los supermercados. Estos terminan vendiendo la mercancía más fácilmente y evitando acumular productos no vendidos.
El desperdicio de alimentos es una plaga que no se puede ignorar. Basta pensar que en los países ricos, se estima que aproximadamente un tercio de los alimentos se desperdicia cada año. Obviamente, este fenómeno debe ser contrarrestado adecuadamente, también implementando la práctica en cuestión.
Conclusiones
En vista de lo dicho, es importante enfatizar una vez más que no se debe cometer el error de pensar que los alimentos cercanos a su fecha de caducidad son riesgosos para la salud.


Al contrario de lo que se pueda pensar, esta práctica resulta ser absolutamente recomendada y segura para la salud. A largo plazo, lo que se obtendrá es un ahorro notorio en los gastos con todos los beneficios correspondientes para la economía familiar. Por lo tanto, es un resultado muy importante para muchos hogares que ya no saben cómo hacer frente al aumento del costo de los alimentos.