Se encuentran en la web y todos conocemos a alguien así: ¿qué hay realmente en la mente de los «Grammar-Nazi»?
Te corregirán mientras hablas, tal vez haciendo que pierdas el hilo por un pequeño error que cometas mientras hablas. O en una conversación en el chat, donde estás comunicando algo importante, te dirán «se escribe así». Una tendencia realmente molesta para algunas personas: los llamados «Grammar-Nazi». Pero, ¿qué se esconde detrás de la personalidad de estos sujetos?
No solo serán meticulosos en la corrección de imperfecciones gramaticales (reales o supuestas) sino que también darán lugar a disputas sobre el significado de una palabra, cuál es la forma correcta de un verbo o cuál es la palabra más adecuada para usar. Y, al final, siempre habrá que resolver la duda consultando un diccionario, ya sea impreso o en línea.
Ciertamente, en algunos casos tienen razón. No tanto por las comas faltantes, pero sin duda por el uso muy libre y alegre de los condicionales y subjuntivos. Pero, independientemente de todo esto, sepan que en la mente de los «Grammar-Nazi» algo se activa que hoy la ciencia también puede explicar.
¿Qué sucede en la mente de los «Grammar-Nazi»?
El estudio fue publicado en PLOS One, a cargo de las lingüistas Julie Boland y Robin Queen. Las investigadoras hicieron que algunas personas leyeran anuncios para buscar un compañero de cuarto, y algunos de ellos contenían errores gramaticales o de escritura. Y según los resultados, las personas tendían a descartar a aquellos que cometieron errores gramaticales o de escritura en el anuncio (también podría ser simplemente distracción).

Las personas concienzudas tendían a ver los errores de escritura como un problema. Sin embargo, es diferente para las personas agradables, quienes parecen no darle mucha importancia al tema y, de hecho, preferían tener un compañero de cuarto en lugar de quedarse solos en casa. El dato sobre el neuroticismo es neutro: en la jerga común, ser «Grammar-Nazi» está asociado a este tipo de problema que, sin embargo, los estudios estadísticos de Boland y Queen no han valorado como un resultado característico.
Dato interesante, además, es que quienes notaron (y valoraron negativamente) los errores gramaticales y de escritura fueron principalmente las personas introvertidas, mientras que las extrovertidas eran más del laissez-faire. Según las conclusiones de Boland y Queen, esto sucede porque a los extrovertidos les gusta la variabilidad y la interacción con las personas. Lo encuentran energizante, a diferencia de los Grammar-Nazi.